Enero – noviembre 2023
Por sexto año consecutivo, la COMALA (un espacio de formación donde las artesanas comparten entre ellas los saberes acumulados durante décadas y luego expanden sus habilidades) se llevó a cabo. Continuamos con los temas que empezamos a explorar el año anterior.
Fueron 7 sesiones mensuales, con 28 alfareras y alfareros de 9 pueblos de Oaxaca, Chiapas, Puebla y Veracruz.
Bajo la sombra de un árbol, en diferentes mesas y utilizando la metodología de tutorías de Gabriel Cámara, lås artesanås brindaron generosamente sus saberes a lås participantes sobre una infinidad de temas: pulido fino de piezas, creación de comales, barro chorreado, creación de teteras, producción y uso de engobes, baño de nixtamal, entre otros. ¡Todås querían estar en todas las mesas, todås querían experimentar todo!
Las conversaciones sobre el cuidado de la salud a través de hierbas curativas, las tradiciones entendidas como resistencia y el compartir con plantas diversas, florecieron en un hermoso herbario impreso.
Los rituales son importantes. El pedir a la Madre Tierra y agradecerle por lo que tenemos y recibimos de ella.
– Dina Vera
COMALA y sus participantes han madurado a lo largo de estos años. Ello se expresa claramente en cómo se han apropiado de las metodologías de aprendizaje, en la muy activa participación, en la creación de nuevas y extraordinarias piezas y en el deseo de ver crecer los valores del proyecto en las comunidades.
Este año también dedicamos tiempo a preparar la sección de COMALA dentro de la exposición De la tierra somos. Fue muy emocionante abrir cajas y cajas para revisar todas las piezas de años anteriores. Además, lås participantes trajeron otras nuevas que crearon ex-profeso.
Para que estos remedios y saberes sigan vivos, debemos seguir compartiendo con las nuevas generaciones, es muy importante que no se pierda.
— Elia Mateo
Paralelamente, dedicamos tiempo a preparar la sección de COMALA dentro de la exposición De la tierra somos. Fue muy emocionante abrir cajas y cajas para revisar todas las piezas de años anteriores. Además, lås participantes trajeron otras nuevas que crearon ex profeso[dm1] para la exposición, como síntesis de lo aprendido.
Como complemento a este Capítulo V, organizamos el Primer Encuentro de Comunidades de Aprendizaje y Saberes Artesanales en el CaSa (Centro de las Artes de San Agustín). Durante el mismo compartimos diferentes formas de aprender desde los oficios artesanales.
Por último, no es un logro menor haber construido el horno Esperanza. Se trata de nuestro tercer horno tradicional mejorado, esta vez en Ixtlán de Juárez, construido de manera colectiva a partir del sentido y el ejercicio de la reciprocidad.
La confianza, la amistad y el compartir radical están en el centro de COMALA. Existe potencia política en esa generosidad que va a contrapelo de las lógicas individualistas y desafía las narrativas dominantes. Esa posibilidad transformadora es lo que nos anima a mantener el gran esfuerzo que se requiere para mantener viva y dinámica esta iniciativa.