exposición de Resultados y procesos de la Comunidad Alfarera de Aprendizaje capítulo IV
Desde 2017, alfarerås de siete pueblos en Oaxaca, Puebla y Chiapas nos reunimos mensualmente como Comunidad Alfarera de Aprendizaje para compartir saberes y llevar el oficio hacia adelante.
En 2020 recorrimos tres caminos entrecruzados: jugamos con barro creando nuevas piezas para el pulque, nos rompimos la cabeza desarrollando una guía para el costeo justo y reflexionamos conversando sobre nuestras tradiciones, las prácticas comunitarias y la forma de vida alfarera.
Nos preguntamos qué nos une y qué nos separa de la tierra, de donde todo surge. Qué nos une y qué nos separa de la comunidad y de los otros, de quienes dependemos para vivir. Qué nos une y qué nos separa de nuestra historia y nuestras tradiciones, sobre las que construimos nuestras identidades. Qué nos une y qué nos separa de nuestro oficio, que convierte la tierra en belleza.
En vez de mostrar solamente resultados decidimos mostrar todo nuestro caminar, incluyendo pruebas, tropiezos y aciertos; hacer un mosaico de ideas, exploraciones, sentimientos y aprendizajes, con el deseo de que todos puedan entender mejor los procesos que están involucrados en hacer piezas de barro, las dificultades que enfrentamos y el amor que tenemos por nuestro oficio.
Quisimos mostrar cómo esta Comunidad de Aprendizaje ha ido evolucionando a partir de compartir con generosidad, del aprendizaje con pasión y empeño, y de la confianza y la amistad.
Nos sentimos satisfechas de haber trascendido los diferentes retos de salud que enfrentamos en 2020 y las dificultades de la comunicación virtual, pues logramos reunirnos por el anhelo de vernos y crecer juntås.
Agradecemos a quienes hicieron posible la Comunidad de Aprendizaje: el trabajo del equipo de Innovando la Tradición, el apoyo de la Red Valle de Huajes y al Restaurante Kintaro, por abrirnos de nuevo las puertas.