documentamos el proceso de quema de la última maesta alfarera tradicional de ixtlán de juárez, oaxaca.
En abril de 2022, recibimos con entusiasmo la llamada de Rodolfo Pérez desde Ixtlán de Juárez avisándonos sobre la próxima quema de doña Amelia, alfarera de 95 años y el último eslabón en la larga cadena de alfareras de ese pueblo. “Dice que será la última”, nos explicó Rodolfo.
Con esa quema Amelia se retiraba de su larga y prolífica carrera. A ese punto final se agregaba un signo de interrogación al oficio que en otros tiempos gozó de reconocimiento en la región y dio sustento a cientos o miles de mujeres. Un oficio gracias al cual innumerables generaciones se alimentaron y que ganó para Ixtlán el apodo de “los cantareros”, pero que ahora veía a su última guardiana tirar las armas, sin sucesores a la vista.
Sin pensarlo dos veces reunimos al equipo de filmación y nos dirigimos a casa de Amelia. Filmar la quema de Amelia era uno de los pasos que estaban pendientes para completar el registro de la técnica de Ixtlán iniciado meses antes como parte de nuestro proyecto documental Tesoros Vivos, así que esta era una ocasión al mismo tiempo ideal y dramática.
Doña Amelia nos dio lecciones de fortaleza, respeto y dignidad. Estuvo al frente durante toda la quema, moviendo piezas, dando instrucciones, supervisando y explicando las sutilezas de ese momento que, para los no iniciados, parece sólo una gran fogata, pero que requiere de vastos conocimientos para llevarse a cabo correctamente. Meses antes, los dolores en el cuerpo y la fatiga habían hecho que la maestra decidiera no hacer más piezas. Pero había un bloque de barro ya preparado que no podía, no debía, desperciarse, así que ella hizo un esfuerzo extra para moldear ese barro preciado y convertirlo en piezas que luego hubo que quemar.
Esta documentación sobre su historia, habilidad y entorno, formará parte importante del documental que empezaremos a editar muy pronto.